24 de junio de 2013

Tiempo de adaptación

¡¡¡Hemos estado inactivos dos meses!!! ¡Madre mía! Durante este tiempo han pasado un montón de cosas... Pero lo que importa es que Aiki aún no ha sido adoptada, ¡¡¡eso no puede ser!!! Así que ya es hora de desempolvar el blog y enseñaros a todos lo que os estáis perdiendo ^^.

Hoy vamos a dar respuesta a la primera pregunta: ¿cómo se lleva Aiki con otros gatos? Después de que Aiken fuese adoptada juntamos a Aiki con nuestros peludos... Sinceramente, después del encontronazo que tuvieron Sansi y ella, yo estaba acoj... asustadísima. Pero muchas veces se nos olvida que ellos saben hablar en gatuno mejor que nosotros. Así que si seguimos las pautas de presentación y tenemos un poco de sentido común, no tiene que haber ningún problema.

Nosotros habíamos asumido que habría alguna pelea y que se darían un par de toques, así es como ellos hablan y no hay que darle más importancia. Aiki acababa de salir de la calle, y a saber lo que habría pasado con otros gatos, porque la pobre no se fiaba un pelo de los nuestros. Guardaban las distancias, se bufaban, pero no hubo ni una pelea. ¿Hace falta repetirlo? AIKI ES MUY BUENA. Sólo quiere estar tranquilita, tumbarse en una mantita y que le den cariño.

Habíamos leído que los gatos pueden llevarse bien, tolerarse o no poder verse, y que el proceso puede ser muy lento, incluso de meses. Pues Aiki y nuestros gatitos, en una semana, pasaron de esto...

¿QUIÉN ERES TÚ Y QUÉ HACES EN MI SOFÁ?


...¡a esto!


¿En serio nos despiertas para sacar una foto desenfocada?

Como veis, Aiki se lleva bien con otros gatos, así que podría ser un añadido perfecto a vuestra familia felina... Y si no tenéis gatos, Aiki es perfecta como gata única. Muy tranquila, cariñosa y buena, todo el día encima de su mantita o de tus piernas...
¿A qué esperáis?

26 de abril de 2013

La Princesita se va a su castillo

Aiken ya tiene casita de adopción. Te vamos a echar muchísimo de menos, pero sabemos que por fin estarás en un hogar donde vas a ser MUY FELIZ.
PRECIOSA!!!!!


¡Nos acordaremos de ti!

25 de abril de 2013

Tiempo de descanso

Todos los días cuando cae la tarde, Aiki y Aiken tienen su pequeño ritual de tiempo en familia:
  • Un poquito de juego
  • Hora del baño
  • Hora de mamar
  • A dormir un ratito 

¡Estamos tan dormida que ni nos enteramos del flash!
La verdad es que somos unos privilegiados por estar viviendo estos momentos. Si alguien más quiere vivirlos, ¡que se plantee adoptar a las dos juntas! No se va a arrepentir...

24 de abril de 2013

El cartelón de la habitación

Igual que hicimos con Raluca, hemos avisado a nuestros gatos de que la casita de los gatos tiene nuevas inquilinas. Aunque parece que se hacen los locos, porque ellos siguen queriendo entrar.


23 de abril de 2013

Comer con las manos

Aiken es una guarreta como todo buen bebé. Aún no sabe usar cubiertos, así que ha decidido que comer con las patas en el plato es una gran idea... ¡O a lo mejor es que le gusta pisar piensitos! O quizá sea sólo que es muy chiquitita...

Me gusta comer con las patorras en el cuenco...
...¡Y tirar los trozos al suelo muahahahaha!

22 de abril de 2013

La ratilla y el ratón

Aunque los pedidos grandes de pienso y comida los hacemos por Internet (sacos de pienso de 10 kilos, cajas enteras de sobrecitos de comida húmeda...), para las cuestiones del día a día acudimos a la tienda de la clínica veterinaria donde adoptamos a Bambú y a Sansi. Allí tienen unos ratoncitos de juguete que a mis gatos les rechiflan, de hecho es el único juguete por el que se han peleado. Los machacan, los pierden cada dos por tres y siempre que limpiamos sale alguno de debajo del sofá, de detrás de un armario...

Ahora que estamos acogiendo nuestras visitas han aumentando (que si un comedero bajito para la peque, que si otro cepillo, otro rascador...), y cada vez que nos ven por allí tienen el detalle de regalarnos un ratón para los nuevos de la familia.

Qué os voy a contar, a la peque le han encantado. Lo agarra con la bocaza y se pasea con ellos por toda la habitación, se esconde detrás de una esquina y los caza, los tira por los aires y vuelta a empezar.

Groarrrrrrrrrrr. Soy una cazadora temible, ¡no me llames ratilla!


Está ensayando cómo ser una cazadora bajo la atenta mirada de Aiki y, aunque al principio se enredaba con sus propias patas al correr, ¡cada vez tiene la técnica más dominada!

19 de abril de 2013

La salchicha peleona

Ayer hubo un momento de tensión en la habitación de los gatos. Os pongo en antecedentes. Tenemos un gato ninja equipado de almohadillas silenciosas y entrenamiento espía de élite. Es capaz de desencajarse y colarse por debajo de la puerta, de camuflarse en la pared y de oler la comida húmeda a una distancia de tres kilómetros. Que sí, de verdad de la buena.

Ayer Sansi, el gato ninja, Señor Salchichón para los amigos (le gusta estirarse panza arriba y parece una butifarra), decidió infiltrarse en la habitación secreta, esa que de vez en cuando se cierra y aparece un cartel de "Si eres gato no puedes pasar" en la puerta.

El Sr. Sansi Salchichón, de tan mimoso es un poco tontorrón


Sansi no esperaba encontrarse con Aiki detrás de la puerta, Aiki no esperaba que el Príncipe Gañán se colase en el cuarto. Y ya sabéis que encuentros inesperados entre gatos extraños no suelen terminar muy bien, imaginaos si además hay una mami defendiendo a su bebé. Han volado las zarpas y los bufidos durante 10 segundos, como mucho!!! Y nos han deleitado con un combate a la velocidad de la luz, que ni los capítulos de infancia de Bola de Dragón pueden igualar. Como buen combate gatuno, ha sido mucho ruido y pocas nueces, y a los dos minutos cada uno tan tranquilo en su habitación, sin un arañazo y sólo con el orgullo herido. ¡Aiki ha sido la clara ganadora!

Yo por mi hija MA-TO
Todos los gatos son ninjas, poned uno en vuestra vida, ¡adoptad a Aiki, cinturón negro de kárate, o a Aiken, la pequeña samurai! Sansi el Salchichón es mío y sólo mío y no lo pienso compartir, se siente.

18 de abril de 2013

Momentos en familia

Aiki y Aiken ya están tranquilas y adaptadas a su habitación.

Son muy educadas y cariñosas, la mamá es muy especial y siempre está buscando tu mirada y que le hagas algún gesto. Come como una lima (no nos extraña, con lo delgadita que está) y constantemente está pendiente de la peque. Es increíble ver cómo la vigila desde la distancia, cómo le ha enseñado a usar el arenero, cómo la corrige cuando le muerde el rabo... Una súper mamá.

Mirad, mirad, el momento del baño:




¡Hora de comer!



Si queréis adoptar a alguna, recordad:
Para adoptar: adopciones@gataweb.com
626300412 dejad mensaje por favor.
Para más información: info@gataweb.com

Gusanitos

Tarde o temprano, toda casa de acogida se tiene que enfrentar a....

No son tan apetitosos como estos...

Es muy común que un gato que venga de la calle o de la perrera venga con parásitos internos, externos y demás bichitos asquerosos.

Una de las tareas que tenemos que realizar las casas de acogida cuando el gato acaba de llegar es la revisión de cacas. Nos ponemos el traje de detective y... ¡a buscar visitantes! También revisamos el lugar donde han estado tumbados, por si vemos"semillitas de sésamo". Claro, cuando te los encuentras no es tan divertido...

La sorpresa la ha dado Aiki, la pobre ha venido con parásitos. Así que ha tocado repetir la desparasitación, estaremos unos días con jarabe, ¡y se va a quedar como nueva!

¿Que mamá tiene QUÉ? ¿Y que le salen por DÓNDE?
Ahhhh, pues si es tan fácil de curar duermo más tranquila

¡Bienvenidas Aiki & Aiken!

El martes llegaron a la casita Aiki y su bebé Aiken. La Asociación GATA las rescató de la calle donde malvivían.


Es la primera vez que tenemos mamá y bebé, pero la verdad es que nos lo han puesto muy fácil, son bueeeeeeeeeeeeeeeenas a más no poder. Aiki, la mamá, no puede ser más tranquila.. Yo creo que sabe que por fin ha encontrado personas buenas que la van a ayudar.

Aiki
La pequeñaja es curiosa como todo bebé. A pesar de tener casi dos meses sigue mamando aunque es capaz de comer sólido. Aiki es una madraza y ya la regaña cada vez que lo intenta pero a veces, como todas las mamis, cede y le deja chupar.

Aiken
Ahora sólo necesitan encontrar una familia para siempre, donde las quieran mucho!

30 de marzo de 2013

Raluca ya tiene familia

En sólo una semana Raluca ha encontrado a alguien muy especial que se enamoró de ella.


Ahora está en una casa maravillosa con su mamá humana y un hermano también panterita llamado Nano. Nano y ella se adoran y son inseparables.

Raluca es FELIZ.

¡¡¡¡¡Adiós Princesa, nos acordaremos de ti!!!!!

23 de marzo de 2013

Raluca también es una payasita

¿Creíais que todo iba a ser cariñitos y ronroneos?

También sé poner caras...

... y arreglar flexos

Shhh... Silencio, aquí no hace falta hablar

Durante el tercer día en la Habitación de los Gatos no se ha oído ni el vuelo de una mosca.
Raluca ya ha explorado hasta el último rincón de su cuartito y se lo conoce al dedillo. El nivel de estrés ha bajado y en los maullidos ¡ya no hay nada de tristeza!

Entiendo TODO lo que dices, todo lo que sientes...
Cuando entras a la habitación te mira con esos ojazos y se acerca para saludar y quedarse a tus pies. Busca tus caricias y cuando hemos terminado se recuesta en su silla y se relaja sin perderte de vista ni un solo segundo. Te sientes acompañada por esa mirada verde aunque esté a varios metros de ti.

Los que tenéis gatos conoceréis esa sensación de calma que nadie sabe transmitir como ellos con sus ronroneos, sus masajitos y sus caras de complicidad. Raluca domina ese lenguaje como nadie... ¿Quién querría perdérselo?

22 de marzo de 2013

Durmiendo con Raluca

La segunda noche con Raluca se confirma lo que ya sabíamos. ¡Es una pegajosa y una mimosona!

Tengo la tripa pelada para que me hagan pedorretas

No ha tardado nada en descubrir que entre los pies de un humano se duerme mejor, y ahí se ha hecho bolita. Aunque si hay algo que los míos han descubierto es que dormir conmigo es un deporte de riesgo, ¡te puedes llevar una patada ninja! Y esta noche la pobre Raluca lo ha descubierto, si es que me muevo más que una culebrilla...

Por las noches Raluca cambia un poquito. Yo creo que es porque hemos incumplido la regla de oro esta de no darles de comer después de media noche, no mojarles y que no les dé la luz... Y claro, Raluca nos ha hecho el Gremlin. Ahora en serio, la peque aún está adaptándose y un poco desorientada, y los movimientos bruscos, que la despiertes sin querer o algún ruido fuerte la sobresaltan y reacciona con algún bufidillo. Total, que con el susto que se ha llevado al girarme en la cama se ha levantado como un muelle y me ha pasado por el lado bufando y ¡restregándose a la vez! "Oye, que me has asustado un montón pero te quiero igual, aunque mejor déjame un ratito tranquila que se me pase". Se ha bajado de la cama grande, se ha tumbado en su camita, se ha lavado para calmarse y al poquito se ha quedado dormida.

Y, ¿cómo duerme Raluca? Pues como todo buen gato tiene que hacer sus rondas nocturnas, y alterna entre:
  • La cama de humanos - El mejor lugar para los mimos y el calorcito de los papás.
  • La cama de gatos - Sabe que es su cama, y por tanto sólo duerme en ella cuando no le queda otra.
  • La silla vieja - Lugar perfecto para dormir durante el día porque le da la luz y el Sol.
Como veis, no pide NADA que cualquier persona no tenga ya en su casa. ¿A qué estáis esperando para darle un hogar definitivo?

La puerta misteriosa

Como nuestros peludos están cada vez más curiosos con esa puerta que se ha cerrado de repente, hemos decidido poner un cartelón para que sepan qué está pasando.


Yo creo que con esto el mensaje queda claro, ¿no...?

21 de marzo de 2013

Llega Raluca, la Pantera con Corbata

Cuando la Asociación GATA nos avisó de que tenían una gatita que necesitaba acogida, enseguida dijimos que sí. ¡¡¡Luego llegaron los nervios!!! ¿Lo haremos bien? ¿Nos habremos vuelto locos? ¿Nos tolerará o le caeremos mal? ¡Qué responsabilidad!

ESTA ES RALUCA


Raluca es una gatita negra muy joven con una manchita blanca en el pecho. ¡Eso es estilo, nos viene la elegancia gatuna con complementos! Muchas de las preocupaciones (que esté nerviosa, triste, dolorida...) se van en cuanto le abrimos la puerta del transportín. Sale despacito, se para, nos mira y viene a nosotros ¡a restregarse! Restregón por aquí, friegas por allá, trae esa mano que ponga la cabezota... Dos caricias, y el motor se pone en marcha. ¡Esos ronroneos se oyen desde fuera de la habitación! Esta gata es PURO AMOR ¿Qué hacía en La Fortuna?

¿Preocupación por que no coma? A los dos minutos se ha puesto a devorar el pienso.


Un poco de intimidad, por favor...
¿Irá bien a la arena? Visita de rigor al acabar de comer.
Una dosis de mimos, y la tenemos amasando como si no hubiera mañana.

Si hay algo que queda claro desde el primer momento es la dependencia. Quiere compañía, la busca, y como dejes de prestarle atención te la reclama a maullidos. Quiere hacer amigos, y llama a Sansi y Bambú (que están un poco moscas) desde el otro lado de la puerta. Intercambian maullidos y algún bufido. Todo dentro de lo esperado ¡¡¡que son gatos!!!

Un poquito después ya la tenía durmiendo abrazada a mi pierna. ¡Susana, de aquí no te mueves!

La primera noche siempre es complicada, y más si es en un lugar desconocido, así que cuando escuchamos que nos llamaba a maullidos, me fui a dormir con ella. Aunque dormir más bien poco, porque en cuanto dejaba de acariciarla pedía más mimos con la cabecita, como si se fuesen a acabar. Puede estar tranquila, porque a partir de ahora caricias no van a faltarle...

Ahora que hemos arrancado, sólo nos queda dejarnos llevar. Respetar las dos semanas de periodo de aislamiento, darle todo el cariño que podamos y encontrarle una casita pronto. Muchas gracias a las chicas de GATA por el asesoramiento y la paciencia que están demostrando respondiendo a todas mis preguntas de perogrullo.

Estamos haciendo guardia...

La familia crece

¡Hola! Somos Bambú y Sansi. Vivíamos felices en un piso de Madrid hasta que hace unos días nuestros papás nos dijeron: "Dentro de poco van a venir nuevos compis, tenéis que portaros como unos campeones, cuidar mucho de ellos y compartir los juguetes. ¡Que sois los anfitriones!".



Se acabó la tranquilidad
Nosotros, que estamos todo el día juntos, aún no tenemos muy claro que nos vaya a gustar eso de tener okupas en casa... Pero nos dicen que somos unos buenazos así que al final seguro que nos vamos a llevar todos genial.

¡Vamos a presentarnos!

BAMBÚ
De pequeña era una ratilla
Tengo casi un añito y cuando me recogieron era una pelotilla de pelo encontrada en la calle, todo cabeza, ojos y legañas, ¡pesaba 200 gramos y tenía casi 2 meses! Mis papás se pasaron arrastrando los pies un mes porque no me querían pisar.
Ahora soy una gata grande y a todo el mundo se le cae la baba cuando me ve. Me encanta jugar con palos, restregarme por la alfombra de pelito y tirar las bolas del árbol de Navidad.
Soy una mimosa ronroneadora pero tengo un carácter "muy mío", cuando quiera te voy a chupar el dedo gordo como si fuese un bibi y cuando quiera estar tranquila y te acerques, te apartaré con las patas de atrás. Siempre estoy  tumbada en el respaldo del sofá cerca de la pantalla del ordenador de papá. Le vigilo cuando juega y si veo que le van a matar, salto al teclado y me pongo en medio de la pantalla para evitarlo (y si le matan, encima tiene la poca decencia de echarme la culpa a mí).


SANSI
Siempre meto la pata donde no me llaman
Dicen mis papis que cuando me recogieron yo era una chica, una Princesita delicada a la que venía como anillo al dedo el nombre de Sansa. Luego me salieron las pelotillas, y me volví un gañán. Ahora soy el Príncipe Gañán, un payaso de primera, y me dedico a ronronearte, a poner caras y posturas raras y a tirarme encima de tus pies para que me cojas en brazos y me achuches. Mis papás se dedican a hacerme pedorretas y usarme de mopa, y a mí me encanta y ronroneo más fuerte. Lo que más me gusta es meterme en cajas y sitios raros, aunque desde que me rompí el dedo y me abollé el rabito voy con más cuidado (o eso les hago pensar). Si quiero descansar, subo a las rodillas de mami hasta que se le duermen las piernas.
Por si fuese poco, decidieron que no me podía seguir llamando Sansa, y en un arrebato de originalidad ahora me llaman Sansi, Sansón, Sancho, Sansus... y cuando se enfadan conmigo, desde que me esterilizaron me llaman Varis (dicen no se qué de un eunuco de unos libros...)

Como podéis ver, estábamos los dos tan agustito, tranquilitos, creciendo juntos... ¿Por qué tienen que venir ahora estos a meter extraños en casa? Dice mamá que hay gatitos que no tienen tanta suerte y que están en la perrera que es un sitio frío y feo, o que han tenido unos papis malos que les han dejado en la calle, con el miedo que da eso. Otros no han tenido la suerte de estar nunca en casa calentitos. Y que como en casa tenemos un hueco, vamos a ayudar a que alguno de estos gatos tenga una familia temporalmente mientras les buscan un hogar para siempre, donde les quieran mucho, les dejen jugar con cajas y les compren latitas de comida.

Aquí os iremos contando cómo va eso de ser casa de acogida, y os presentaremos a los amiguitos que pasen por casa.

¡Restregones y ronroneos!